Lección 1.2
La Solución Divina:
Justificación por Fe y la Obra de Cristo
En este punto, entendemos que, por nuestra propia cuenta, estamos moralmente arruinados (Génesis 3) e incapaces de arreglar la relación con un Dios perfectamente santo. La pregunta es: ¿Cómo puede un Dios justo perdonar a personas injustas sin comprometer Su propia justicia? La respuesta es: Jesús, el Sustituto.
1. La Expiación: El Pago Completo en la Cruz
La solución comienza y termina con la obra de Cristo en la cruz. La palabra clave aquí es Expiación.
Expiación significa que Jesús fue el sacrificio perfecto que cubrió y eliminó la culpa del pecado. Al morir, Él hizo algo que nadie más podía: satisfacer las demandas de la justicia de Dios por nosotros.
La analogía de la deuda imposible: Imaginen que tienen una deuda de mil millones de dólares que jamás podrán pagar, y la cárcel es el único destino posible. Jesús no solo negoció la deuda, sino que firmó con Su propia sangre el cheque por el monto total, cancelando el registro de la deuda que estaba en nuestra contra. Él se puso en nuestro lugar; esto se llama Sustitución Vicaria. Él recibió el castigo que merecíamos para que nosotros pudiéramos recibir la paz que Él merecía. ¡Un intercambio glorioso!
2. La Justificación: El Veredicto de Inocente
Una vez que la deuda fue pagada por Cristo, entramos en el concepto de la Justificación. Este es un término legal y forense crucial en la teología.
Definición: La Justificación es el acto legal y soberano de Dios por el cual Él nos declara justos (nos justifica) y sin culpa, a pesar de que todavía tenemos la tendencia a pecar.
La analogía del tribunal: Piensen en un juicio. Ustedes están en el banquillo, culpables. La pena es la muerte. Cuando creen en Jesús, Dios (el Juez perfecto) no les da una "libertad condicional" ni dice "harán lo mejor posible". Él hace algo radical: les dice, "Absuelto. Inocente". Esto sucede porque:
Imputación Negativa: La culpa y el pecado de ustedes son imputados (transferidos) a Jesús en la cruz.
Imputación Positiva: La Justicia perfecta de Jesús es imputada (transferida) a ustedes.
Somos justificados no porque seamos buenos, sino porque Dios nos ve cubiertos por la justicia perfecta de Su Hijo. El veredicto es inocente.
3. El Único Requisito: La Fe como Instrumento
¿Cómo recibimos este veredicto de inocencia y la cancelación de la deuda? ¿Trabajando mucho? ¿Siendo muy religiosos? No.
La Escritura es enfática (Efesios 2:8-9):
"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe."
El único requisito es la Fe.
La analogía del cheque: Si Jesús firmó el cheque por mil millones de dólares para pagar su deuda (la Gracia), la Fe no es el dinero en su billetera, ni el esfuerzo que hicieron para conseguirlo. La Fe es simplemente la mano extendida que toma ese cheque. Es el instrumento que conecta la obra de Cristo con la necesidad del pecador.
La Fe es más que simple asentimiento mental: Es una confianza activa que se manifiesta en rendición y obediencia. Es confiar plenamente en que Jesús hizo todo lo necesario para nuestra salvación. Rechaza cualquier idea de que necesitamos agregar nuestras propias obras para "ganarnos" el perdón.
Resumen para el Creyente
Fundamentado
La solución es un regalo completo y perfecto:
Problema: Estamos bajo la ira justa de Dios (Pecado).
Provisión (Obra de Cristo): La Expiación, que cancela la culpa.
Posición (Veredicto de Dios): La Justificación, que nos declara justos.
Recepción: Solo a través de la Fe.
¡Este es el poder transformador del Evangelio! Ahora que somos justificados, la próxima lección explorará lo que esto significa para nuestra nueva identidad.
