¡Muy bien! Si el liderazgo siervo (2.1) es la actitud con la que servimos, el Evangelismo Relacional y Discipulado Uno a Uno (2.2) es la acción fundamental de ese servicio. Esta lección es crucial, porque nos saca del asiento de "creyente pasivo" y nos pone en el rol de embajadores activos del Reino.
LECCION 2.2
Evangelismo Relacional y Discipulado Uno a Uno
Recuerden lo que le dijo Jesús a Pedro: "Os haré pescadores de hombres." La pesca no es una actividad que se hace una vez y ya; es un proceso intencional que requiere tiempo, herramientas y estrategia.
1. El Mandato y el Rol de Embajador
El evangelismo no es un ministerio opcional para los extrovertidos. Es un mandato ineludible para cada creyente, porque todos somos embajadores de Cristo (2 Corintios 5:20).
¿Qué hace un embajador? Un embajador vive en un país extranjero (el mundo) pero representa la ciudadanía y los valores de su país de origen (el Reino de Dios). Ustedes no son turistas; son representantes oficiales. Esto significa que su vida diaria—su ética en el trabajo, su paciencia en el tráfico, su manejo de las redes sociales—es parte de su testimonio.
La Analogía de la Carta de Recomendación: Ustedes son la carta de recomendación de Jesús para un mundo que quizás nunca leerá la Biblia. La gente necesita ver la realidad de Cristo en su vida antes de que estén dispuestos a escuchar el mensaje de Cristo de su boca. Esta es la esencia del evangelismo relacional.
2. Evangelismo Relacional: Construyendo Puentes, No Muros
El evangelismo de "púlpito en la calle" puede ser efectivo, pero el modelo predominante en la Biblia es a través de las relaciones personales (Jesús cenando con pecadores, Pablo evangelizando en casas).
La Inversión de Tiempo: El evangelismo relacional es el proceso intencional de invertir tiempo y amor en la vida de no creyentes. Esto significa que necesitan salir de su "burbuja cristiana" y entablar amistades auténticas con personas que piensan y creen diferente.
Del Servicio al Evangelio: Busquen formas de servir desinteresadamente a sus amigos, vecinos o compañeros de trabajo. Un acto de bondad o ayuda genuina (recordemos el liderazgo siervo) abre la puerta al Evangelio mucho más rápido que un panfleto. Cuando su amigo les pregunte por qué son tan pacientes o generosos, ese es el momento de cruzar el puente con el mensaje.
El Arte de la Pregunta: ¡Dejen de predicar! Un buen evangelista es un oyente activo. Su meta no es simplemente hablar, sino entender dónde está la persona. Preguntas como: "¿Qué piensas que pasa después de morir?", "¿Qué te da propósito en la vida?", o "¿Qué te molesta de la religión?" son mucho más valiosas que cualquier sermón. La gente no recordará lo que dijiste, sino cómo los hiciste sentir escuchados.
3. Discipulado Uno a Uno: El Ciclo de la Multiplicación
El evangelismo es el nacimiento; el discipulado es el crecimiento hasta la madurez. El propósito de ganar un alma no es llevarla a la iglesia; es ayudarla a convertirse en un discípulo que, a su vez, pueda hacer más discípulos.
Modelar, Asistir, Enviar: Jesús usó un ciclo de discipulado simple pero profundo con Sus 12 discípulos:
Modelar: "Vengan y vean cómo lo hago yo." (El líder hace la tarea).
Asistir: "Ahora háganlo ustedes, pero yo estoy aquí para ayudar." (El líder ayuda al discípulo).
Enviar: "Ahora vayan y háganlo sin mí." (El discípulo hace la tarea y se convierte en líder).
Enseñar la Obediencia: Discipular no es solo impartir información (teología); es enseñar a la persona a obedecer todo lo que Jesús mandó (Mateo 28:20). ¿Cómo se ve la obediencia en las finanzas? ¿En la ira? ¿En la sexualidad? El discipulado es la aplicación práctica de la fe.
La Analogía del Gimnasio Personal: No se puede delegar la forma física. El pastor puede dar un gran sermón (ejercicio en grupo), pero el crecimiento muscular real (la madurez) ocurre cuando un creyente invierte tiempo con otro, revisando sus hábitos devocionales, sus luchas personales y su vida de oración. El discipulado uno a uno es el entrenamiento personalizado para el crecimiento.
¡Prepárense para la Tarea!
Su proyecto final de este punto es personal y práctico: van a desarrollar un Plan de Evangelismo Personal con la intención de implementarlo en sus vidas. Esto no es teórico; es su mapa para ser pescadores de hombres.
Identifiquen a tres personas en sus vidas (amigos, colegas, vecinos) que no conocen a Cristo. Luego, diseñen un plan de 4 semanas detallando cómo van a: 1) Invertir intencionalmente en esa relación, 2) Servirles de alguna manera práctica, y 3) Buscar, en oración y con sabiduría, el momento y la forma para compartirles el corazón del Evangelio. La excelencia de su plan se medirá por su viabilidad y su profundidad relacional. ¡A trabajar!
