Como perdonar a alguien que te ha herido mucho?
En este espacio compartimos reflexiones que fortalecen tu fe con argumentos sólidos y pensamiento crítico, para que crezcas en convicción y conocimiento.
5/8/20244 min read
Cuando perdonar duele
Una palabra bíblica de consuelo antes de comenzar. Si estás leyendo estas líneas, es probable que lleves una herida en el alma que todavía duele. Tal vez te traicionaron, te humillaron, te abandonaron o te fallaron de una manera que no esperabas. Y aunque intentas seguir adelante, el corazón sigue pesado, la mente se cansa, y a veces parece que nadie entiende del todo lo que estás viviendo.
Pero hay algo que Dios sí quiere que sepas desde el principio: Él no se aleja de tu dolor; Él se acerca.
La Biblia no ignora el sufrimiento humano. Desde el Génesis hasta el Apocalipsis vemos un Dios que escucha, ve, siente y sana.
Cuando Agar lloró sola en el desierto, Dios se reveló como “El Dios que ve”. Cuando Ana derramó su angustia sin palabras, Dios la escuchó. Y cuando Jesús miró a las multitudes “como ovejas sin pastor”, las miró con compasión, no con exigencia.
El Señor no te dice: “Perdona rápido”. Tampoco te dice: “No sientas”.
La Biblia dice:
“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón” (Salmo 34:18).
Dios está cerca de ti precisamente porque estás quebrantado, no a pesar de ello.
El perdón no comienza con fuerza, comienza con sinceridad.
No empieza con olvidar, empieza con reconocer.
No nace del esfuerzo humano, nace de la gracia que Dios derrama en el alma cansada.
Por eso esta guía no es una lista de tareas, ni un llamado a ser “fuerte”, ni un mandato que ignore tu herida.
Es un camino suave, paso a paso, donde Dios te toma de la mano para ayudarte a liberar lo que te pesa y a recuperar la paz que mereces.
Jesús sabe lo que es ser traicionado, rechazado, herido y abandonado por quienes amaba. Por eso te entiende, y porque te entiende, también te puede sanar.
Permite que estos siete días sean un espacio en el que puedas respirar, llorar si hace falta, y dejar que el Espíritu Santo vaya sanando las capas más profundas de tu corazón. No se trata de “hacerlo bien”, sino de caminar con Dios mientras Él restaura tu interior.
Cuando estés listo, cuando tu corazón esté un poquito más calmado, puedes empezar con el Día 1.
Dios irá contigo en cada paso.
Guía Práctica de 7 Días para el Perdón y la Sanidad del Corazón
Cada día tiene una lectura bíblica, una acción sencilla y una oración corta.
Lo importante no es hacerlo perfecto, sino hacerlo con un corazón dispuesto.
Día 1 — Reconoce tu dolor ante Dios
Lectura: Salmo 34:18 — “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón.”
Acción: Di en voz alta lo que te dolió. Nómbralo sin miedo.
Oración corta: “Señor, aquí está mi herida. No quiero esconderla.”
Día 2 — Entrégale tu carga al Señor
Lectura: 1 Pedro 5:7 — “Echando toda vuestra ansiedad sobre Él.”
Acción: Escríbelo en un papel: “Señor, esto me duele…”
Después guarda el papel en tu Biblia o quémalo como símbolo de entrega.
Oración: “Jesús, toma mi carga. Yo no puedo con ella solo.”
Día 3 — Libera la ira sin pecar
Lectura: Efesios 4:26 — “Airaos, pero no pequéis.”
Acción: Respira profundo 5 veces y di: “Señor, limpia mi corazón.”
Oración: “Padre, transforma mi enojo en sabiduría y paz.”
Día 4 — Mira la persona con ojos de Cristo
Lectura: Lucas 23:34 — “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.”
Acción: Piensa por un momento qué debilidad o dolor pudo llevar a esa persona a actuar así.
(No es justificar, es entender para soltar.)
Oración: “Señor, dame tu mirada y tu compasión.”
Día 5 — Decide perdonar (aunque aún duela)
Lectura: Mateo 6:14 — “Si perdonáis, vuestro Padre os perdonará.”
Acción: Di en voz baja: “En el nombre de Jesús, decido perdonar.”
No importa si todavía sientes dolor; es un acto de fe.
Oración: “Jesús, ayúdame a dar este paso contigo.”
Día 6 — Establece límites sanos
Lectura: Proverbios 4:23 — “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón.”
Acción: Decide un límite claro: distancia, silencio, evitar discusiones, etc.
El perdón no exige poner en riesgo tu paz.
Oración: “Dame sabiduría para proteger mi corazón sin odio.”
Día 7 — Suelta el caso en las manos de Dios
Lectura: Romanos 12:19 — “Mía es la venganza; yo pagaré, dice el Señor.”
Acción: Abre tus manos como símbolo de entrega y repite:
“Señor, este asunto es tuyo. Lo dejo en tu justicia.”
Oración: “Gracias, Dios, porque tú eres justo y tú me sanas.”
Después de estos siete días, repite los pasos que necesites.
El perdón no siempre llega rápido, pero siempre avanza cuando caminas con Dios.
Oracion de perdon (este es un ejemplo, puedes usar tus propias palabras)
Señor Jesús,
Vengo delante de ti con mi corazón herido.
Tú conoces mi dolor, mis lágrimas y lo que llevo cargando.
Hoy decido abrirte esta herida porque sé que solo tu amor puede sanarme.
Señor, confieso que me duele lo que me hicieron.
No quiero guardar rencor ni permitir que la amargura tome mi corazón.
Tú dijiste que viniera a ti con mis cargas, y aquí estoy.
En tu nombre, Jesús, decido perdonar.
Aunque todavía duela, aunque no lo entienda todo,
yo elijo perdonar porque tú me perdonaste primero.
Te entrego a esta persona y a esta situación.
No quiero ejercer justicia por mi mano;
pongo este caso en tus manos justas y perfectas.
Sáname, Señor.
Limpia mi corazón, restaura mis pensamientos,
y lléname de tu paz que sobrepasa todo entendimiento.
Ayúdame a poner límites sabios,
a caminar en libertad,
y a no volver a recoger lo que ya te entregué.
Gracias porque estás conmigo,
porque me sostienes,
porque me sanas,
y porque tu amor es más fuerte que cualquier herida.
En el nombre de Jesús. Amén.
